Esta reforma integral de piso en Sarrià se proyectó para hacer una ampliación del salón comedor para integrar una cocina abierta. La cocina diseñada bajo el concepto Total White consta de muebles no muy altos para no cargar la estancia, amplios cajones de almacenaje, campana decorativa y una isla que a la vez hace de barra para desayunar rápidamente.

No hay reforma integral de un piso si no hay un buen pavimento, por eso nos decantamos por un parqué que nos aporta calidez a la vivienda y que se fusiona con el blanco roto y los tonos grises de las paredes, el zócalo, las puertas y los armarios se lacaron en blanco para ayudaran a potenciar la sensación de cordialidad.

Una gran puerta de suelo a techo corredera separa la zona de día con la zona de noche, la cual se integra en la pared para dar un solo ambiente cuando se necesite. Cada habitación tiene armarios empotrados fabricados a medida, lacados en blanco y espejo en el interior de las puertas.

Para finalizar la reforma integral se hicieron los dos baños nuevos,  se optó por un revestimiento cerámico en color antracita y piezas grandes que nos transmite serenidad y nos hace sentir en un SPA. El lavamanos de la suite fue hecho a medida en madera natural, cisterna suspendida y hornacina en la ducha. Los dos baños tienen iluminación indirecta que irradia toda la pared a lo largo.