Como escoger puertas para el interior de una vivienda.
A la hora de elegir las puertas para la casa, hay que tener en cuenta varias consideraciones. La principal y la más importante es el espacio de que se dispone para que la puerta se abra con comodidad, la amplitud de la zona de paso o el espacio que resta en la habitación. La primera decisión será si se instalan puertas convencionales, correderas o plegables.
Las puertas correderas son útiles para zonas poco amplias, aportan un ahorro de espacio gracias a su sistema de apertura hacia los lados que permiten mantener la separación entre habitáculos y su apertura no resta espacio y a la vez aportan un nuevo estilo decorativo.
Para la instalación de las puertas correderas sencillas es necesario colocar un carril en la parte superior de la puerta que permita correrla de un lado a otro, eso sí, solo se pueden ser colocadas donde hay espacio suficiente para instalar su carril.
Las puertas correderas escamoteables es otra solución, que al abrir la puerta esta se esconde en el interior de la pared, en este caso se requieren una intervención de obra para crear un espacio donde alojarla.
Una vez elegido el sistema de apertura de la puerta es hora de decidir el grado de opacidad de la misma: opaca, transparente o translúcida. Por regla general las puertas de acceso a los dormitorios y a los baños suelen ser opacas como protección a la intimidad. En baños poco luminosos se suele instalar una puerta en parte con cristal translúcido, que permite el paso de la luz al interior.
Las puertas del salón y de la cocina son las que ofrecen más versatilidad puesto que no exigen preservar tanto la intimidad, hecho que hace posible que la puerta pueda tener al menos una parte de cristal translúcido o transparente.
Para elegir la puerta más adecuada para cada espacio se debe actuar con la estética de la vivienda y que su precio se ajuste al presupuesto.